Vicente Aguilera Cerni nace el 15 de agosto de 1920 en Valencia. Con apenas 17 años, en plena guerra civil, se afilia a las Juventudes Socialistas Unificadas y se marcha al frente. En Madrid se ocupa de dirigir la revista de la organización, “Trincheras”, una revista combativa para el ejército en la zona Centro-Levante. Tal y como señala Juan Ángel Blasco “aquí tenemos ya, plenamente definido, al Aguilera ulterior: un intelectual comprometido, al servicio de la libertad y del progreso”.
Sus primeros estudios como historiador del arte se centran en su interés en los “primitivos” valencianos. En los años 1950, Vicente Aguilera realiza varios ensayos cuyo tema central es la creación artística. Estos ensayos suponen un punto de inflexión en su trayectoria profesional, pues a raíz de su publicación, Vicente Aguilera Cerni recibe ofertas de artistas que necesitan un crítico que comente y reconozca su obra.
Así fue como de sus conocimientos artísticos y ayudado por su pasión literaria que le confiere una narrativa sencilla, Vicente Aguilera se convierte en un crítico de arte reconocido.
Desde los años 50, a pesar de su primera vocación medievalista, aparece como promotor de la crítica y estudio del arte de vanguardia en Valencia. Será el principal teórico e impulsor de grupos artísticos como “Parpalló” (1956), “Crónica de la Realidad” (1964) y “Antes del arte” (1968), asimismo dirige y publica las revistas “Arte vivo” y “Suma y sigue del arte contemporáneo”, auténticos revulsivos en una España franquista. Del Grupo Parpalló nace “Primera exposición conjunta de arte normativo español” que tiene lugar en el Ateneo Mercantil de Valencia en 1960. El término “arte normativo”, acuñado por el propio Aguilera, define el arte “que se produce en función de la intencionalidad, como deber moral y servicio al bien”.
La abundante obra bibliográfica de Aguilera sobre temas y artistas españoles, así como sus actividades como miembro de los grupos artísticos citados son muestra de su importancia para la cultura valenciana y española, aunque no debemos olvidar su vertiente internacional, si cabe más notoria y trascendente que la nacional.
Entre 1955 y 1975 fue el nombre más internacional de la cultura española.
Durante toda su trayectoria profesional, colaboró en prestigiosas publicaciones periódicas europeas y sudamericanas; participó en múltiples congresos junto a personalidades de renombre universal; y formó parte de numerosos jurados internacionales en compañía de ilustres personalidades de la crítica de arte como Argan, Dorfles o Francastel.
A lo largo de su carrera ha recibido numerosos premios y distinciones. Cabe destacar el Premio Internacional de la Crítica de Arte en la XXIX Bienal de Venecia en 1959 y el reconocimiento en su propia tierra, en 1989, con la concesión del Premi de les Lletres de la Generalitat Valenciana “en atención a la importancia de su labor como ensayista y crítico, a la diversidad de sus publicaciones en relación con el estudio, divulgación y promoción de la cultura y el arte, así como por su proyección internacional”. El 4 de mayo de 1990, fue investido doctor honoris causa por la Universidad Politécnica de Valencia (UPV).
Vicente Aguilera fue hasta el fin de sus días un miembro activo en el panorama artístico: fundador y director vitalicio del Museo de Arte Contemporáneo de Vilafamés; miembro del patronato del Museo Español de Arte Contemporáneo de Madrid; miembro de la Junta Rectora del Museo de Arte Contemporáneo de Elche; presidió la Asociación Española de Críticos de Arte y el Consejo Valenciano de Cultura de la Generalidad Valenciana, entre 1994 y 1996; presidente de honor de la Asociación Española de Críticos de Arte; Académico de Bellas Artes de San Carlos; miembro societario de la Asociación Internacional de Críticos de Arte; director de la revista de arte internacional “Cimal”, Académico correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia y Miembro Societario de la Asociación Internacional de Críticos de Arte.
En 2003 el Museo Popular de Arte Contemporáneo de Villafamés cambió su nombre por Museu d’Art Contemporani “Vicente Aguilera Cerni” de Vilafamés, pues se considera fruto de la extraordinaria visión e intuición de futuro del insigne crítico de arte, que supo plasmar en este fondo museístico el contexto artístico en que vivió.
La concepción y gestión del Museo, así como la ingente documentación de su biblioteca personal conservada en el Centro Internacional de Documentación Artística de Vilafamés (CIDA) mantienen en este pequeño pueblo del interior de la provincia de Castellón, el espíritu de esta figura que consiguió acercar el arte al pueblo y que, hoy en día, todavía persiste siguiendo su ejemplo: mirar al pasado, construir el presente e intuir el futuro.