Renau Berenguer, Josep

Son muchos los motivos por los que Josep Renau es un imprescindible de nuestra cultura. Cartelista fotomontador, teórico del arte, pintor, muralista, dibujante de películas de animación… hablar de Renau es hablar de un hombre del Renacimiento solo que nacido en los albores del siglo XX. En el diseño gráfico introdujo novedades como el uso del aerógrafo y tras dejar atrás su etapa como artista “decó” se sumergió en las aguas de las primeras vanguardias situándose así como cabeza visible en España de movimientos como el constructivismo ruso o el dadaísmo alemán.

Nombrado Director General de Bellas Artes en 1936 fue el encargado de organizar la evacuación y traslado del patrimonio artístico español (del Museo del Prado principalmente) que viajaría a Valencia para finalmente acabar en Suiza más allá del riesgo de las bombas. Toda una heroicidad y una decisión que marcaría la hoja de ruta a seguir en futuros conflictos. Sin ir más lejos Francia tomó el ejemplo español para activar la salvaguarda de su patrimonio durante la II Guerra Mundial. Durante esa época Renau también fue el responsable de convencer y encargar a Picasso la que sería una de sus obras más recordadas: El Guernica, con motivo de la exposición internacional de París de 1937. Renau junto a otros intelectuales como Max Aub, José Gaos o Bergamín también fue responsable de encargar la realización del pabellón español a Sert y Lacasa que junto a Calder, Miró y Julio González formarían un póquer de ases y todo un hito en cuanto a la relación Estado-arte de vanguardia jamás igualado. En 1932 se había casado con la también artista Manuela Ballester, de la cual el museo posee una amplia colección de obras.

Tras su paso por el campo de concentración francés de Argelès-sur-Mer Renau se exilia en México para unirse al movimiento muralista del momento, trabajando con uno de sus más destacados artistas, David Alfaro Siqueiros en la elaboración del mural más europeo de los que en México se conservan “Retrato de la burguesía”. Tras su exilio mejicano, Renau se traslada al Berlín oriental donde exporta sus conocimientos como muralista para realizar enormes murales cerámicos. En el Berlín oriental también trabajó realizando sorprendentes películas de animación que eran abiertamente el reverso comunista del universo Disney, toda una joya del arte de la animación.

Texto: Imprescindibles, TVE.

Año: València, 1907-Berlín, 1982

Documentación sobre el artista en CIDA: Consulta