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Okano, Kozo

Okano, Kozo

Era Okano un tipo profundamente cordial. Cuando llegó a Madrid a finales de los 60, se introdujo en el mundo del flamenco y fue a los tablaos un poco lo que Toulouse Lautrec había sido a los cabarés de París en la centuria anterior. En busca de un lugar tranquilo donde desarrollar su pintura, residió un tiempo en Toledo, pero al final se decidió por Cuenca, cuya luz lo atrapó para siempre. Instaló atelier y vivienda en una casa del barrio de San Martín, el núcleo cristiano primitivo de la Cuenca islámica. Y desde allí, se consagró por espacio de aproximadamente tres décadas a profundizar en su pintura. Una pintura irrenunciablemente oriental pero nimbada de esa luz alta y pura de Cuenca. Exquisitez y lirismo son dos rasgos de su pintura, que explora una y otra vez inconclusas esferas y círculos junto con estructuras verticales u horizontales.

Texto: Antonio Lázaro.

Año: Kurashiki, Japón, 1935-Cuenca, 2003

Documentación sobre el artista en CIDA: Consulta

OBRAS

Título de la obra: La aparición

Año: 1973

Medidas: 73 x 60 cm

Técnica: Óleo sobre lienzo

Tipología: Pintura
Inventario: 381