Maestro Moratinos, Mariano

Nacido en Madrid, pero afincado en Valencia desde la década de los sesenta, trabajó como profesor titular de Dibujo en la Facultad de Bellas Artes donde se doctoró. Es un artista polifacético. Su pintura es un diálogo continuo con los materiales, con la geometría que desarrolló en una etapa en que la mezcla de maderas y cualidades constituía un mundo lúdico en el que guarecerse. En los inicios, predominan los retratos y autorretratos figurativos, donde a menudo aparece su mujer, la también artista Carmen Grau. En los setenta, sin embargo, se centró en el constructivismo para establecer conceptos como el color, el volumen, la simetría y la composición espacial. Sus obras se convierten ocasionalmente en utópicas señales o relieves que parecen engranajes de una máquina extraña. Cuando su evolución se asentó, no dudó en devolver a los inicios para explorar nuevos caminos, diversificar sus modos de hacer y alterar lo percibido con anterioridad. Empezó a buscar la luz y el color en las composiciones, que se convirtieron en abecedarios secuenciales. Ya no es todo lineal y constructivista, ahora es curvo y suave y conforme se adentra en los años 80, signos, letras y números definen la focalidad. En esta década, Maestro se dedicó a revisar tendencias y géneros y se implicó en la representación figurativa. Es la época del bodegón y de la plasmación de ambientes, que poco a poco le llevan a convertirse en paisajista de la ciudad, mediante fragmentos compuestos sobre madera mediante el acoplamiento. Hacia finales de los 90 evolucionaría una vez más hacia los OPNIS (objetos personales no identificados siempre). Así, la búsqueda de nuevos horizontes artísticos desde el interés y la reinterpretación de sus obras resulta en una plástica variada y expresiva, aunque siempre ha mantenido una constante: el trabajo con el soporte de madera. Casi nunca ha utilizado el lienzo.

Texto: Román de la Calle.

Año: Madrid, 1946

Documentación sobre el artista en CIDA: Consulta